Un gol de falta de Lewandowski, en el minuto 28, supuso la derrota del Atlético de Madrid ante el Bayern Múnich en un partido que sólo tenía un valor estadístico, pues los rojiblancos ya eran campeones de grupo y los bávaros tenían asegurado el pase a octavos como segundos.

El partido tuvo un comienzo que parecía una declaración de principios de los dos equipos. El Bayern tenía la pelota pero no entraba al área con peligro porque el Atlético defendía bien.

Los madrileños, por su parte, tuvieron las primeras llegadas claras cuando se decidieron a lanzar ataques esporádicos.

El Bayern tuvo mas control y los conatos ofensivos del Atlético se apagaron. El Bayern estuvo más cerca del segundo.