El poderío de Aubameyang anuló la reivindicación de los señalados Benzema y James, guió al Borussia Dortmund a un empate que permite a Zinedine Zidane igualar el récord de 34 partidos invicto, pero que deja a su equipo en el segundo puesto del grupo.

Sorprendió Zidane con la inclusión de James en el once horas después de admitir que era un problema. El colombiano encajaba a la perfección en su idea de partido ante un Dortmund de gran personalidad que saldría por el balón.

La defensa alemana de cinco en fase, con la inclusión de Weigl como tercer central, marcaba una línea muy adelantada. Un regalo para un Cristiano con ansiedad por sus ganas de brillar. Quejoso desde el primer minuto. Los balones en largo a la espalda de la zaga rival fueron continuos con la modificación del sistema de Zidane. El equilibrio aumenta bajo un 4-4-2 con Lucas Vázquez y James en bandas. Pero sobre todo por el regreso de Casemiro.

El examen sobre Benzema planeaba en el Bernabéu. Su displicencia del clásico le hacía estar en el punto de mira y comenzó perdonando. Cristiano asistió en velocidad y el remate del francés, centrado, lo sacó Weidenfeller. Lucas eléctrico y James voluntarioso intercambiaban bandas.

El Madrid jugaba con libertad porque los errores en la transición los corregía Varane. Y así llegó el tanto, con un pase de Carvajal que podría ponerse en las escuelas para defensas. Con todo a su favor Benzema empujaba a la red.

Zidane, que en la segunda mitad mostraría su versión más enfadada en la banda, comenzaba a torcer el gesto en un contragolpe cuatro contra dos que desperdiciaba el conjunto alemán por un pase final con excesiva fuerza de Castro.

El Madrid se desplomó. Perdió el balón y reculó metros confiado en sentenciar al contragolpe. Perdió el centro del campo y la solidez, a merced de un Dortmund que fue creciéndose según sintió tener más opciones. Dembelé perdonó tras ver como ninguno de los cuatro rivales que le perseguían le entraban. Su disparo se marchó rozando el poste en la acción que confirmaba el cambio de tendencia.

La pegada del Madrid debía reaparecer y lo hizo aprovechando un desajuste defensivo de Bartra. Cristiano asistió a Benzema que perdonó. No le dio tiempo a lamentarse cuando encontró un pase con rosca medido de James , que cabeceó a la red.

Ganaba 2-0 el Madrid y Zidane se desgañitaba en banda. Veía a su equipo sin la tensión defensiva necesaria. El castigo llegaba a la hora de partido. Aubameyang ya había dejado muestras de su calidad. Ganaba la posición a los centrales y remataba a placer el centro de Schmelzer tras tirar mal el fuera de juego la zaga madridista.

Buscaba recuperar el equilibrio perdido Zidane con el regreso de Kroos por un cansado Modric, pero nada hacia efecto. El Dortmund ya estaba lanzado y Aubameyang comenzaba perdonando.

Quedaban dos minutos para el final cuando el Madrid recibió de su propia medicina. Nadie estaba en condiciones de igualar la velocidad punta de Aubameyang y Reus, suplente por su resfriado, firmaba el empate que deja al equipo de Zidane segundo de grupo pero con el Juventus como rival más peligroso del sorteo de octavos.