Por motivo de la disputa de la séptima edición de la San Silvestre, la mayor parte del Paseo Marítimo coruñés permanecerá cerrada al tráfico. Horas antes del comienzo de la carrera, marcado a las 17.00 horas, los coches ya no podrán circular entre el Hotel Riazor y la Hípica. Por esa zona del Paseo pasará el pelotón de 3.500 corredores después de salir del Obelisco y dejar atrás Juana de Vega y la plaza de Pontevedra. La intención de los organizadores es que los participantes disfruten de los lugares más emblemáticos de A Coruña y es por eso que el circuito deja a la vista la Domus, el Aquarium, la Torre de Hércules, la Ciudad Vieja y, por último, la plaza de María Pita. También habrá cortes de tráfico en Maestranza, últimos metros de la prueba.

Este año, la prueba es más accesible pues se ha eliminado el tramo que pasaba por Adormideras, en el que la empinada cuesta de San Amaro era la pesadilla de muchos. De este modo, la carrera pasa de 7,6 a solo 7 kilómetros. Lo que no ha cambiado son los puntos de salida y meta. El Obelisco y María Pita serán el punto de encuentro de corredores y aficionados.