El Madrid disfrutó del partido más cómodo de la temporada en el Santiago Bernabéu y vapuleó a un Granada derrotado desde el inicio (5-0). Prolonga así su estado de gracia e iguala el récord del Barcelona de Luis Enrique: 39 partidos consecutivos sin perder.

Regresaba al once Isco Alarcón y el Madrid tocó más que nunca. El andaluz se asociaba con todos y rompió el partido en una acción de presión. El portero mexicano del Granada veía lo que le llegaba.

Tan solo un disparo de Pereira fue el amago de reacción antes de que el duelo quedase sentenciado. Modric chutó desde la frontal y el balón muerto dejado por Ochoa lo convirtió en el segundo Benzema en posición antirreglamentaria. Marcelo se inventó el tercero al poner un balón a la cabeza de Cristiano.

La sucesión de tantos no hizo desacelerar al Madrid, que tras varias paradas de Ochoa, volvió a ser superado en una asistencia de Modric a Isco. En el segundo acto, con Zidane concediendo descanso, el Madrid siguió buscando más. Sacó una mano buena a Benzema y el quinto llegó a balón parado, con un pase con rosca de James, que Casemiro remachó a placer, libre de marca, en el segundo palo.