El Atlético de Madrid completó ayer su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey ante Las Palmas con una derrota (2-3), dos goles del francés Antoine Griezmann y del argentino Ángel Correa y una parada con 0-0 de Miguel Ángel Moyá, fundamentales para evitar tensiones, y con el susto final del 2-3.

Desde esa intervención, a remate del croata Marko Livaja, y desde los tantos en el segundo tiempo de su pareja de ataque titular ante el conjunto canario ratificó el equipo madrileño su presencia en el sorteo del viernes, resuelta con un global de 4-3 y encaminada desde hace una semana, desde el 0-2 de la ida en el estadio Gran Canaria.

Ese resultado condicionó el duelo de vuelta, porque Las Palmas fue consciente de esa desventaja antes del partido, por las declaraciones previas de su técnico, Quique Setién, y su configuración del once, con hasta diez cambios en su equipo titular respecto al pasado sábado en la Liga, y durante el encuentro.

Menos rotaciones presentó el argentino Diego Simeone, cuatro, que quería cerrar cuanto antes la eliminatoria.