La selección española masculina de balonmano comienza la hora de la verdad en el Mundial de Francia esta tarde en el choque de octavos de final contra Brasil (20:45 horas / Teledeporte), todo o nada en el que los Hispanos parten con cierto favoritismo.

España no mira al rival, sólo se preocupa de seguir la línea del torneo, donde acumula cinco victorias en cinco jornadas y todas ellas con una innegable aureola de superioridad. Hasta el momento, la doble campeona del mundo camina con paso firme en la cita gala, con triunfos sobre Islandia, Túnez, Angola, Macedonia y Eslovenia.

Todas ellas sin un final incierto, con dominio -salvo con los nervios del debut- desde el primer tiempo, con autoridad en una defensa con marca registrada, bien guardada ya sea por Gonzalo Pérez de Vargas o Rodrigo Corrales. Un muro capaz de desesperar a cualquier rival y, a su vez, de lanzar los mejores ataques.

Ante los eslovenos, la última víctima para asegurar el primer puesto del Grupo B, el juego español tornó casi en exhibición. Los Hispanos han mostrado una progresión que invita al optimismo, sin olvidar que con la llegada de los cruces el margen de error es nulo. La recuperación de Raúl Entrerríos es otra gran noticia.