La selección de Croacia será mañana (20.45 horas) el rival de España en los cuartos de final del Mundial de Francia, tras imponerse ayer por 21-19 a Egipto, en un encuentro que, pese al ajustado marcador final, los balcánicos dejaron resuelto al descanso. Tal y como confirman los seis tantos de ventaja (13-7) con los que los de Zeljko Babic cerraron un primer tiempo, en el que Croacia no tuvo el más mínimo problema para superar por completo tanto en ataque como en defensa al conjunto africano.

Y es que si en defensa la muralla que conforman Jakov Gojun y Zelko Musa en el centro del 6-0 balcánico fue un muro infranqueable para los jugadores egipcios, en ataque Domagoj Duvnjak y Luka Cindric hicieron llegar el balón cómo y cuando quisieron a los pivotes y extremos croatas.

Todo un problema cuando los exteriores los ocupan jugadores como el veterano Zlatko Horvat, que transformó en gol cinco de los seis lanzamientos que dispuso en la primera parte. Goles que unidos a la paradas de Ivan Pesic permitieron a Croacia distanciarse rápidamente en un marcador, en el que los balcánicos llegaron gozar de una diferencia de hasta siete tantos (12-5). Renta que hizo relajarse notablemente a los de Zeljko Babic, especialmente en el arranque del segundo tiempo, en el que con la mente más puesta ya en el partido de cuartos contra España, el conjunto croata permitió a Egipto recortar su desventaja a sólo dos tantos (14-12).

Una reacción que no alteró para nada el pulso del conjunto balcánico, que con dos goles casi consecutivos de Luka Cindric y otro de Domagoj Duvnjak apenas tardó unos minutos en situarse de nuevo con una cómoda ventaja (18-14) en el marcador. Ventaja que la selección croata manejó con su habitual oficio hasta la conclusión de un encuentro (21-19), en el que más allá del resultado final, Egipto nunca tuvo la más mínima opción de discutir la victoria a Croacia.