El español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer saltarán a la Rod Laver Arena dispuestos a dar una nueva prueba de superación en la final del Abierto de Australia, convencidos de que a pesar de haber superado la treintena aún tienen mucho que decir en el mundo del tenis.

La última vez que Nadal y Federer se vieron en la final de un grande fue hace seis años, en 2011, con triunfo de Rafa 7-5, 7-6, 5-7 y 6-1 en Roland Garros.

Cuando se están buscando ya sustitutos para jubilarles, a ellos e incluso al británico Murray y al serbio Djokovic, surgen de nuevo dos tenistas capaces de asombrar al mundo porque ante el empuje de los jóvenes han sabido mejorar su tenis para adaptarlo a la velocidad y la fuerza de ahora.

El mérito de los dos finalistas es que más allá de la edad (los 30 años de Nadal, los 35 de Federer) ambos han llegado a la final sin vitola de grandes favoritos y, lo que es más importante, regresando ambos al circuito a principios de este mes tras sus respectivas lesiones. El balear, tras recuperarse de una en la muñeca que le tuvo sin jugar desde el Masters 1.000 de Shanghai, casi dos meses y medio; Federer, después de caer en Wimbledon, en julio, casi seis meses más tarde. De ahí la frase de Rafa: "será especial para los dos", y la de Roger: "hace muy poco estábamos los dos solo para jugar partidos de caridad".

Esta es la grandeza de ambos. Cuando se hizo el cuadro de la presente edición sólo hubo una voz que se atrevió a pronosticar la final Nadal-Federer, la del estadounidense Andy Roddick. Y añadió "y posiblemente veamos la mejor final de la historia".

Desde luego será una final para la leyenda entre dos jugadores que suman 31 títulos del Grand Slam (17 el de Basilea, 14 el español). Históricamente Nadal domina a Federer con 23 victorias por 11 derrotas, y jamás ha perdido ante el suizo en este torneo, imponiéndose a Roger las tres veces que se han medido en Melbourne Park: en la final del año 2009 (7-5, 3-6, 7-6 3-6 y 6-2) y en las semifinales de 2012 (6-7, 6-2, 7-6 y 6-4) y en la del 2014, su único (7-6 6-3 y 6-3).

Partido especial

"Es un partido muy especial, bonito, y me alegro de que los dos podamos competir el uno contra el otro en un escenario como este. Es un partido más para nuestra historia, dentro de la rivalidad, y la historia reciente de nuestro deporte, de los más especiales que se han vivido. Y hay que estar agradecidos a la vida por habernos dado otra oportunidad de estar aquí", señaló Nadal respecto a su nuevo duelo en una gran final ante Federer.

Un Federer que respeta a Nadal y no solo porque el español es el jugador que le ha ganado más veces (23), sino porque su resurgir tras las lesiones, le ha inspirado para alargar su carrera. "Soy el fan número uno de Rafa. Una nueva final ante Rafa va a ser algo épico", dijo el suizo, que calificó al balear de "jugador increíble", con golpes que "nadie más tiene", y que es capaz "de regresar después de muchas lesiones" por lo que le profesa ese profundo respeto del que presume.

"Además (Nadal) tiene la habilidad mental y física para mantener un súper gran nivel de juego durante horas, semanas y años. Lo ha demostrado una y otra vez", añadió el suizo.