El Dornbirn basa su éxito en la conjunción de una plantilla en la que los españoles, los coruñeses Ángel Mirantes y David Rodríguez y el asturiano Alberto Gómez, forman la columna vertebral. "Ángel es un competidor nato, un luchador que quiere ganar siempre. Y David es todo lucha y corazón. Muy trabajador y humilde. Los dos tienen nivel para jugar en una liga superior a la Suiza", valora el entrenador Jesús Gende a sus paisanos. Pero si olvidar la aportación de los jugadores locales. "La progresión ha sido constante desde que llegué. La gente de aquí ha crecido muchísimo y ha ayudado muchísimo. Todos juntos somos un equipo", confirma el técnico, tan integrado en la vida en Austria, donde además ha conseguido un trabajo, que espera quedarse "un tiempo" por esas tierras. Ayuda tener a dos amigos a su lado. "Ángel ya estaba y a David me lo traje yo. Los dos están contentos y muy integrados a la vida en el pueblo, pero porque todos también nos ayudan", asegura.