Un brillante encuentro de Isco Alarcón, que iluminó la victoria del Real Madrid frente al Espanyol (2-0) con dos asistencias a Álvaro Morata y a Gareth Bale, bastó al conjunto blanco para llevarse tres puntos con los que se asienta en el liderato.

Las apariciones de Isco a lo largo de los noventa minutos fueron clave para el conjunto blanco, que durante muchas fases del choque se atascó ante un rival que no quiso jugar demasiado. El centrocampista malagueño fue rumiando la victoria y con dos fogonazos selló el destino de sus rivales.