El Betis buscará redimirse ante los suyos tras el varapalo de Granada (4-1) y lo hará en el derbi ante su eterno rival, el Sevilla, en las antípodas en clasificación y objetivos, y que intentará en el Benito Villamarín (16.15 horas) seguir enganchado al sueño de aspirar a la Liga.

Betis y Sevilla se juegan algo más que un partido, la honrilla particular de dos aficiones que llegan a este duelo cainita con ánimos contrapuestos: la bética, alicaída en busca de ganarle al eterno rival y alejarse de los puestos de abajo; y la sevillista, eufórica y con ansias de seguir aspirando a todo tras la derrota del Madrid en Valencia.

Víctor Sánchez afronta el partido ante los de Jorge Sampaoli con la necesidad de sumar tres puntos, después de no haberlo hecho en casa desde el pasado 8 de enero ante el Leganés y tras tres empates consecutivos en el Villamarín ante Sporting (0-0), Barcelona (1-1) y Valencia (0-0), de los que sólo el logrado ante los azulgranas sirvió para elevar la moral verdiblanca.

El técnico madrileño recupera para el derbi a uno de sus puntales, el central argentino Germán Pezzella, tras cumplir un partido de sanción en Granada junto al centrocampista Dani Ceballos.

Los últimos precedentes favorecen claramente al Sevilla, al que los béticos no ganan desde marzo de 2014 (0-2 en la Liga Europa), pero en liga sus estadísticas negativas se remontan a 2012 (1-2 en el Sánchez Pizjuán) y aún más allá en casa (2-1 en abril de 2006).

Además, no le han marcado un gol en los últimos siete partidos oficiales y ahora reciben a los blanquirrojos tras perder por goleada en Granada, por lo que se prevén algunos cambios en el equipo del barrio de Heliópolis que podrían afectar a la defensa.

Mientras, el Sevilla llega en una situación radicalmente opuesta a la del Betis. Es tercero con 49 puntos -más del doble que su eterno rival, decimoquinto con 24- y está a tres del Madrid y a dos del Barcelona, con lo que, aparte de por ser un derbi y todos los añadidos que conlleva, sólo piensa en ganar para seguir pujante en esa pelea tan desigual, a priori, con los dos grandes de la Liga española.