El Liceo saboreará hoy el premio que se ganó gracias a su gran primera vuelta en la que, dando la sorpresa como recién ascendido, se coló en la Copa de la Reina. Su mera presencia en Lloret de Mar ya es un éxito, así que una vez allí lo único que puede y quiere hacer es disfrutar. Y lo que tenga que ser, será. "Vamos a ir a disfrutar, es casi un partido de relax, sin la presión que tenemos en la liga. Pero también vamos a competir, claro, y si damos la sorpresa, mejor", afirma María Sanjurjo, la capitana verdiblanca. Porque si ya era difícil clasificarse, más va a resultar pasar de ronda, pues a las 17.30 horas tendrá enfrente a uno de los cabezas de serie del torneo, el Palau Plegamans, tercero en la OK Liga femenina. En Elviña II el marcador fue 0-4, aunque desde aquellas las liceístas han madurado mucho, sobre todo en actitud después de recibir un gol en contra. Mantenerse en el partido hasta el final es su baza. Si llegan a los últimos minutos con el marcador ajustado, lo darán todo en la pista para seguir haciendo historia.

"Cualquiera de los cuatro equipos que nos podían tocar era complicado. Nosotros preferíamos el Manlleu, pero el Palau tampoco es de los más complicados, que para nosotros serían el Gijón y Voltregá", analiza sobre el sorteo la nueve coruñesa. El Liceo llegará al torneo después de haber levantado la cabeza la semana pasada con el empate ante el Rivas, primer punto de la segunda vuelta. "Deberíamos haber ganado ese partido, yo creo que siempre estuvo más a nuestro favor. Era nuestro, pero se escapó por cuestión de suerte", explica.

Y es que en los últimos encuentros, al conjunto coruñés le ha costado mucho hacer gol. "Cuando nos empiecen a entrar todas iremos mucho mejor. Ya contra el Rivas conseguimos meter tres goles y fuimos mucho más eficaces", comenta la delantera, que cree que no es cuestión de práctica, que ya es algo que está en sus cabezas: "Entrenamos y entrenamos y en los entrenamientos metemos mil goles. Así que yo ya creo que es algo más psicológico y que si supiéramos cómo superarlo, ya lo habríamos hecho".

Ese muro puede derribarse en la Copa, sin la presión añadida de tener que ganar para escapar del descenso. El Palau es un rival en el que el Liceo, además, se gusta mirar. Sus jugadoras también llegaron muy jóvenes a la máxima categoría, consiguieron mantenerse y después incluso ganaron la liga. Por eso las verdiblancas no pueden olvidarse de su situación liguera, a dos puntos del descenso, y de lo que les espera a la vuelta, con la final contra el Vilanova. "Estamos ganando experiencia y tenemos que mantenernos para el año que viene ser mejores. Y para eso habrá que ganar al Vilanova sí o sí". Primero disfrutar. Después ya se verá.