El Villarreal continúa con su ascenso y ya es quinto después de derrotar al Celta de Vigo, que se descuelga de la pelea por la Liga Europa, en un partido en Balaídos que decidió un solitario gol de rebote de Roberto Soldado en la recta final del primer tiempo.

La primera ocasión para el Villarreal no llegó hasta la media hora, después de que un centro de Soriano se pasease por delante del área pequeña del Celta sin que Soldado y Bakambu llegasen a rematar. Los de Escribá hacían daño con sus transiciones rápidas y cuando encontraban a Trigueros. Él se inventó, poco después, la mejor oportunidad para su equipo pero Soriano erró ante Sergio. Respiró el Celta pero no demasiado porque al filo del descanso el Villareal castigó una de sus debilidades, la defensa en las acciones a balón parado; una falta que cabeceó hacia atrás Mussachio y el rechace le rebotó en la cabeza a Soldado, que convirtió de ese modo el gol.

El tanto desactivó al Villarreal, que en el arranque del segundo periodo cedió el balón a su rival. Berizzo buscó más pegada con la entrada de Beauvue y Aspas pero fue Rossi (m.76) quien rozó el empate. El asedio era absoluto. En la recta final del choque ambos equipos pidieron penalti: el Celta por mano de Víctor Ruiz y el Villarreal también por mano de Roncaglia. Melero López no señaló ninguno.