El suizo Stan Wawrinka no dio opción al español Pablo Carreño, a quien superó por 6-3 y 6-2 en 64 minutos para meterse en la final de Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada.

Su rival por el título saldrá del partido entre el suizo Roger Federer y el estadounidense Jack Sock.

Carreño, que disputaba por primera vez una semifinal de un Masters 1000, nunca ha vencido en su carrera a un tenista del Top 10. Con la derrota de hoy deja una marca de 0 victorias y 15 derrotas contra esos jugadores, habiendo ganado únicamente 3 de los 38 sets que ha disputado en esos partidos.

El asturiano aspiraba a ser el sexto español en llegar a la final del desierto californiano en sus 42 años de historia, un logro conseguido previamente por José Higueras (campeón en 1983), Emilio Sánchez (1988), Carlos Moyà (1999), Àlex Corretja (campeón en 2000) y Rafael Nadal (cuatro veces finalista y tres veces campeón en 2007, 2009 y 2013).

Sin embargo, el gijonés fue superado claramente por su contrincante en un partido casi sin historia.

Confiados en su potente servicio, ambos tenistas se fueron anotando los primeros juegos sin mayores sobresaltos y con gran solvencia, aunque el suizo ya iba dando señales de su peligrosidad con una primera bola de "break" cuando el marcador era de 3-2 a su favor.

Carreño reaccionó bien ahí, pero no pudo levantar otras dos opciones de rotura de saque de su rival con 4-3 y perdió la concentración, de forma que el número tres del mundo se anotó la primera manga en 30 minutos tras una gran volea desde media pista que certificaba un juego en blanco.

En el segundo set, la avalancha iba a ser mayor aún. El suizo dispuso de otras cinco nuevas bolas de "break" con 1-1 en el marcador y su rival, finalmente, hincó la rodilla tras casi 10 minutos de juego.

Eso espoleó al número tres del mundo, que, completamente crecido, se anotó el siguiente juego en blanco y entró en una fase de plena confianza mientras Carreño se difuminaba en el desierto californiano.

Wawrinka completaba así su tercera victoria en tres partidos contra Carreño, a quien ya había superado previamente en Oeiras 2013 y Génova 2016, ambas en tierra batida.

Para el tenista, que venía de ganar en la muerte súbita, sus últimos dos partidos en Indian Wells, fue una victoria sencilla que le permite acceder a su novena final de un Masters 1000, y la primera en el Valle de Coachella, donde podría verse las caras con su amigo y compatriota Federer.

Carreño: "Me voy con sabor agridulce el partido"

Carreño confesó tras el partido que se marcha "con sabor agridulce del partido, pero no del torneo". "No ha sido mi mejor partido, obviamente", afirmó el asturiano.

"Al principio jugué bastante bien, de tú a tú, y los primeros juegos fueron disputados, tanto con su saque como con el mío. Cometí algunos fallos más de la cuenta porque traté de ser muy agresivo, más de lo normal. Es la manera en la que puedo evolucionar mi juego y crecer como jugador", manifestó.

El gijonés lamentó no haber tenido ocasión de disponer al menos de alguna bola de rotura de saque y reconoció que en la recta final completó algunos juegos que "fueron un poco desastre".

"A partir del tercer o cuarto juego en el segundo set bajé de intensidad y perdí el camino que estaba llevando; quizá, hasta dejé de luchar un poco. Eso hizo que los últimos juegos fueran un poco desastre y que me vaya con sabor agridulce del partido, pero no del torneo", declaró.

No obstante, Carreño, que con este resultado entra en el Top 20 del ránking ATP, prefiere quedarse con su buena actuación en los primeros juegos de la primera manga.

"No estaba más nervioso ni más excitado de la normal. He entrado bastante bien y sin complejos, haciendo mi juego. Así ha sido hasta que se ha puesto 5-3. Estoy contento por eso. Es el camino que tengo que seguir para plantar cara a estos grandes jugadores. Hay cosas que mejorar y debo aprender de estas situaciones", comentó.