Un viaje de 27 horas, dos días de adaptación y un crono final de 2h18:12 resumen el sueño americano de Pedro Nimo en Los Ángeles. El santiagués completó los 42 kilómetros con "un 89% de humedad y 14 grados", unas condiciones que le hicieron sufrir y pensar tan solo en cruzar la línea de meta. "En los últimos 300 metros estás solo. No dejan que haya público por el atentado de Boston", recuerda una vez ya aterrizado en Barcelona, y añade: "Estoy deseando descansar".

Llegó a California con retención de líquido en las piernas y la temperatura no le ayudó a mejorar de cara a la gran cita. "Era un circuito durísimo. Con subidas y bajadas tan duras que te matan. Para hacer un maratón, busco otras condiciones pero allí no quieren liebres ni nada, las marcas poco importan", analiza.

Fue el primer europeo en finalizar la prueba -que contaba con 30.000 inscritos- y asegura estar "contento" dadas las circunstancias. "Corrí bastante", reconoce. En sus redes sociales, publicó no estar satisfecho con el resultado pero ahora que han pasado las horas ya es consciente de lo que ha conseguido, por lo que debe estar orgulloso.

Se queda, sin duda, con "el espectáculo que se monta alrededor". "En organizar son los mejores. Hay un seguimiento total, la gente anima y siente suya la prueba. Es normal porque genera muchísima riqueza", señala. Sin embargo, Hollywood no ha conseguido enamorarle. "No cambio Galicia por nada. Muy espectacular unos días pero para ellos todo. Y eso que allí el entrenador personal funciona bien pero yo estoy muy bien aquí, no me lo planteo", confiesa.

Apenas tiene tiempo para descansar ya que pronto cogerá otro avión rumbo Azerbaiyán, donde ayudará a organizar una prueba en Bakú, que también correrá. Antes, le toca San Sebastián. "Quiero hacerlo lo mejor posible y rápido porque los años pasan. Mi siguiente maratón será con 37 años".