El Liceo no tuvo piedad del Alcobendas. Sobre la pista no hay amistad ni familia que valgan. Con el conjunto madrileño volvían al Palacio de los Deportes de Riazor el coruñés Martín Rodríguez, que pasó por la cantera verdiblanca, y Gonzalo Pérez, hermano del liceísta Toni Pérez. Y ambos, junto a su equipo, necesitaban ganar por encima de todas las cosas. Pero se impuso la lógica de la mejor plantilla y clasificación de los pupilos de Carlos Gil, que estuvieron muy acertados de cara a portería y Xavi Malián cerró la suya. La goleada por inercia incluso pudo ser mayor, pero hubo hasta tres palos.

Los resultados, además, volvieron a beneficiar al Liceo. La derrota del Voltregá le deja en la cuarta plaza con cinco puntos de margen, pero sigue a seis del Vic, que ganó. De nuevo, buena jornada. Una racha que los verdiblancos querrán continuar la próxima semana, cuando visitarán en Lisboa al Benfica en la vuelta de los cuartos de final de la Liga Europea con la obligación de remontar el 2-3 de la ida para colarse en la final a cuatro y luchar por un nuevo título tras el inicial de la Supercopa de EspañaSupercopa de España.

El partido contra el Alcobendas apenas tuvo historia desde que en el minuto siete David Torres abrió el marcador. El Liceo era muy vertical y César Carballeira firmó el segundo. Los madrileños apenas hacían cosquillas aunque antes del descanso pusieron el 2-1, con un disparo del portugués Gonçalo Nunes al saque de una falta en una jugada ensayada. El resultado era corto para lo que se estaba viendo en pista y nada más comenzar la segunda parte los tantos de Josep Lamas y Toni Pérez pusieron los primeros cimientos para la goleada. Mientras Xavi Malián paraba dos faltas directas, a estos goles les siguieron el de Marc Coy, que vuelve a afilar el hacha en los lanzamientos de penalti, otro de Carlo di Benedetto, el del honor de Javier Jurado, que maquilló el marcador para el Alcobendas, y por último, una falta directa transformada por Josep Lamas.