Al Barcelona le bastó media parte, en la que elaboró un juego altísimo nivel, para deshacerse del Sevilla, que firma el sexto partido seguido, quinto en la Liga, sin conocer la victoria.

Dos tantos del reaparecido Messi, que se perdió el encuentro en Granada, y una chilena de Luis Suárez fueron la tarjeta que dejó el Barcelona en unos primeros 45 minutos en que acabó avasallando a un Sevilla que lo pasó mal y sin poder optar a tener el balón para frenar la embestida de su rival.

Al Barça le salió la mejor primera parte del curso, y no tanto por los goles, sino por la autoridad que impuso contra un rival que se esperaba que podría ofrecer más resistencia. El Sevilla lo pasó realmente muy mal, especialmente cuando tuvo que ir tras el balón y sin opción a tocarlo.