Un gol de Leo Baptistao en el tiempo de descuento tras definir con elegancia y efectividad una contra fue el detalle que decantó un duelo muy igualado entre el Leganés y el Espanyol (0-1).

Volvía el Leganés a Butarque después de dos derrotas seguidas, con la necesidad de sumar los tres puntos a fin de poner tierra de por medio con la zona baja y seguir dando pasos hacia la salvación. Objetivo distinto el del Espanyol, para el que cada jornada es una oportunidad de seguir peleando por los puestos europeos. Y lo hizo. Logró un triunfo que le permite mantener viva la esperanza. Aunque en la primera parte hubo de todo menos fútbol, en la segunda mejoró el panorama.

Una contra del Espanyol, construida con pocos toques y mucha precisión, dejó a Leo Baptistao solo ante el destino. Y donde otros dudan el acertó. Con una vaselina impecable superó a Herrerín para seguir alimentando el sueño continental. Fue en el minuto 92, cuando parecía que el reparto de puntos era ya una realidad.

En el otro lado gestos de incredulidad, rabia, hombres sentados en el césped y abrazos de consuelo. Los descorazonadores efectos de otra oportunidad perdida para escapar del infierno.