El encuentro entre el Bastia y el Lyon quedó definitivamente suspendido después de que los jugadores del conjunto visitante se negaran a saltar al césped para disputar la segunda parte, por las amenazas de los aficionados ultras del conjunto corso, que ya habían intimidado a los futbolistas antes del inicio del choque.

Los graves incidentes terminaron por cancelar el choque del estadio Armand Cesari de Bastia. La Liga de Fútbol Profesional de Francia confirmó a través de un comunicado que el encuentro, que ya había comenzado con más de media hora de retraso, no se iba a reanudar.

"Tras el último incidente producido al término del primer tiempo la LFP ha decidido suspender definitivamente el encuentro entre el Bastia y el Lyon. Esta decisión fue adoptada en conformidad con las instrucciones impartidas por el Director Departamental de Seguridad Pública (DDSP), en representación del prefecto de Córcega, durante la reunión de crisis antes del comienzo del partido", señala el comunicado emitido por la Liga Profesional.

"Tras los incidentes muy graves producidos durante el calentamiento, el DDSP optó, inicialmente, por autorizar el inicio del partido para evitar incidentes mayores", añade la nota.

La LFP califica de "conducta incalificable de algunos aficionados del estadio Armand-Cesari" y solicita al Bastia que "tome las medidas oportunas para prohibir el acceso al campo a los responsables de los incidentes así como todas las medidas de seguridad para garantizar la seguridad en los partidos que se disputen en este estadio".

Los incidentes comenzaron en los minutos previos al arranque del partido cuando decenas de seguidores Bastia saltaron al césped del estadio Armand Cesari para intimidar a los jugadores del Lyon, que efectuaban los ejercicios de calentamiento previos al inicio del partido.

El grupo de aficionados irrumpió en el terreno de juego por uno de los fondos y acorralaron al portero Mathieu Gorgelin, que reculó para unirse al resto de compañeros. Algunos futbolistas, como el holandés Memphis Depay, fueron empujados y amenazados por los ultras. Hasta que los jugadores alcanzaron el túnel de vestuarios.

El choque comenzó con más de media hora de retraso después de que el árbitro, los miembros de seguridad y los representantes de ambos equipos debatieran sobre la idoneidad de jugar.

Los aficionados, cerca de 50, fueron al encuentro de los lioneses cuando estos estaban calentando y llegaron a perseguirlos hasta el túnel de vestuarios cuando estos escaparon, detalló el diario L'Équipe en su edición digital.

Estos altercados suceden a los registrados el pasado jueves en el campo del Olympique de Lyon, esa vez con seguidores del turco Besiktas. Al día siguiente, la UEFA anunció la apertura de un procedimiento disciplinario contra los dos equipos por los incidentes.

El organismo europeo imputó al club francés una "organización insuficiente" y le acusó de permitir la introducción de bengalas en el recinto y de autorizar la presencia de aficionados en las escaleras de las gradas que bloquearon las salidas.