Alejandro Valverde (Movistar) volvió a firmar una obra maestra para adjudicarse su cuarto triunfo en la Lieja Bastoña Lieja, rematando así su semana fantástica después de su quinta Flecha Valona, una "victoria especial, increíble", que dedicó a un gran amigo, el italiano Michele Scarponi, fallecido el pasado sábado.

"Mis primeras palabras son para Scarponi, a él le dedico la victoria, era un gran amigo mío. El premio en metálico será para su familia", dijo entre lágrimas el Bala, conquistador de Lieja en 2006, 2014, 2015 y 2017. Otra lección de Valverde, impecable en el control de la carrera con su equipo y magistral en la ejecución final cuando a falta de un kilómetro los favoritos rompieron las hostilidades por el tesoro de un monumento del ciclismo mundial, nada menos que la decana de las clásicas.

A punto de concluir el trayecto entre Lieja y Ans, de 258 kilómetros atacó el irlandés Daniel Martin, el mismo que el pasado miércoles dijo que ganará la Flecha cuando se retire Valverde. El líder del Quick Step ganó metros, pero un depredador murciano levantó la vista y puso en marcha sus habilidades.

Arrancó tras él, le alcanzó y con la misma facilidad mostrada en el Muro de Huy hace cuatro días se lanzó a la pancarta de meta. Como llegó sobrado, levantó los brazos con antelación, brazos en alto, dedos señalando al cielo. Emoción. Ganaba su cuarta Lieja y le dedicaba una joya del ciclismo a Michele Scarponi.

Momentos de agradecimiento. Su equipo mucho tuvo que ver con una prueba en la que tocó trabajar a destajo, pues otros se habían hecho los locos para anular la escapada del día. De ahí que en meta Valverde se abrazara a Dani Moreno y José Joaquín Rojas. "Muchas gracias", resumió.

"Ha sido increíble, una victoria para la historia, muy trabajada por todo el equipo. Tuvimos que coger el mando del pelotón y nadie colaboraba. Al final llegué bien colocado a la hora de la verdad y ataqué para ganar. Daniel Martin estaba muy fuerte, pero calculé la distancia hasta meta. Para mí es más que una victoria", explicó. "Fue una semana perfecta después de la Flecha Valona, donde hicimos un gran trabajo, igual que hoy", apostilló.

Los intentos de fuga constantes impidieron más rebeldías. Lo intentó el italiano Formolo, que abrió hueco con peligro, después el belga Wellens, pero la alta jerarquía se juntó para la batalla final, donde la cuesta de Ans iba a ofrecer la última opción.

Objetivo, abandonar a Valverde antes de lo inevitable. Por eso explotó con fuerza Dan Martin, de lejos. La maniobra fue observada por un Valverde en estado de gracia, casi mágico, que tiró de manual para rematar una victoria incontestable.

Ya van 11 triunfos en la temporada del murciano de Las Lumbreras, apodado el Imbatible en una temporada intachable. Se lució en la Vuelta a Murcia, Andalucía, Volta a Catalunya y País Vasco. En la campaña de Las Ardenas suma la quinta Flecha y la cuarta Lieja. El mundo del ciclismo se quita el sombrero ante El Bala.