El Leyma busca el camino. Sabe que su temporada no acaba hoy y que tendrá el factor pista en contra en el play off, pero esta noche conocerá cuál es su hoja de ruta hacia la ACB. El equipo naranja se agarra al Palacio de los Deportes, donde ha logrado 13 de sus 19 triunfos, para doblegar en el último partido de la fase regular al Melilla en la reedición de la mejor eliminatoria por el ascenso de la temporada pasada. El Básquet Coruña acarició entonces el milagro y hoy se volverá a ver las caras con el escuadrón de Alejandro Alcoba, que jugará en Riazor con una equipación con motivos militares y que conserva parte de la fisonomía de aquel grupo ganador. Ya no están Zengo, Sonseca y Josep Franch, pero han tomado el relevo Arteaga, Rivero, Ott, Van Wijk y Fall. Siguen Suka, los hermanos Almazán (Pablo será baja) y Héctor Manzano, y ha subido enteros la aportación de Jorge Sanz y Edu Gatell, MVP de la pasada jornada. Mucha cara conocida de mil batallas y ex del Leyma.

El grupo de Tito Díaz, que llega al duelo con la duda de Justine Johnson por un proceso vírico, tiene todas las opciones abiertas. Es séptimo y si gana, asaltará la sexta plaza, lo que le hará medirse al quinto. Si pierde, puede bajar hasta la novena, con lo que se enfrentaría al segundo. Todo en el aire porque los puestos del segundo al quinto están en un pañuelo, son también intercambiables. Breogán, Oviedo, Burgos y Palencia. De esa terna saldrá el rival naranja en la primera eliminatoria.

Tito Díaz sabe que cualquier contrincante le generará dificultades en el play off al Leyma y prefiere no obsesionarse con el cruce y centrarse en afinar la puesta a punto y recuperar sensaciones de cara al tramo clave de la temporada, siempre bajo el prisma de su credo en la pista "duros en defensa, fuertes en el rebote y rápidos en ataque". Al conjunto coruñés le ha faltado regularidad y espera mantener esos picos de juego durante todas las series para convertirse en un verdadero aspirante al sueño de la élite, ahora que los cánones se tambalean. Mientras tanto, el Palacio disfrutará de un duelo atractivo con un Melilla versátil, rápido y con experiencia, que como apuntó Tito Díaz es "una de las sorpresas negativas". Es el momento de domar a la bestia y despegar hacia la ACB.