El Barcelona se llevó los tres puntos del derbi contra el Espanyol en Cornellà-El Prat, en un partido marcado por un error del anfitrión en el primer gol, obra Luis Suárez poco después del descanso, que rompió la igualdad y permitió a los azulgrana engordar el marcador.

Este resultado invita a los de Luis Enrique a seguir en la lucha por la Liga junto al Madrid, mientras que deja al equipo local sin opciones de clasificarse para Europa y sin acabar con la racha de más de diez años sin vencer al rival ciudadano en su estadio.

La intensidad del anfitrión era mucho mayor que la del Barcelona en los primeros compases. El ritmo del choque provocaba más imprecisiones de lo habitual en el juego azulgrana, aunque poco a poco el reloj se afinó. Ya se intuían las diabluras de Messi y empezaban los avisos con tiros lejanos de Neymar y Rakitic.

A partir del minuto 20, los de Luis Enrique se instalaban con facilidad en el campo del Espanyol, aunque sin disfrutar de oportunidades claras. La defensa local mantenía a raya al mejor ataque de la competición.

En la reanudación, el Espanyol apostaba por mantener la misma receta. Pero un error de Jurado en el minuto 50 cambió por completo el escenario. El centrocampista firmó un pase muy lento a Diego López. Luis Suárez aceptó el regalo, se adueñó del balón y superó al meta.

Las incursiones de la MSN eran más numerosas y Piqué y Umtiti estaban imperiales en el eje de la defensa del Barça. El control, ahora sí, era de los de Luis Enrique.

Sólo era cuestión de tiempo hasta que los intentos del Barça funcionaran. Y más cuando Messi dispuso del balón, primero para asistir a Rakitic para que marcara con facilidad. La victoria era azulgrana, pero no hubo tregua y Luis Suárez puso la puntilla en el 87.