Cuando la cabeza no puede y las manos tiemblan, el partido se saca con el corazón. El Maristas se enfrentaba contra una de sus bestias negras y a pesar de los 17 puntos de ventaja, sufrió para ganar al Unami. Nada salía. Y cuando Tati, que volvió a ser la mejor de las coruñesas, se tuvo que ir al banquillo con tres faltas, las segovianas se pusieron a cuatro. Pero hubo reacción. A trompicones, pero reacción. Se frenó ahí la remontada y la victoria se quedó en casa. La segunda de la final a cuatro. Y la clasificación para la fase de ascenso por primera vez en su historia. La mejor manera de alejar los fantasmas. El Maristas jugará hoy contra Gijón (12.30 horas) para proclamarse campeón.

Los primeros minutos fueron tensos, con los dos equipos tanteándose y dándose los primeros golpes. Pero siempre con una tendencia. El 7-8 fue la única vez que el Unami contó con una ventaja. La defensa, una Tati que de nuevo estuvo en todos los lados de la cancha, y las jugadoras interiores, otra vez superiores a sus rivales, con Andrea como protagonista, fueron claves en el inicio.

El único problema fueron las faltas. Esta vez le tocó a Marina. Tati se sentó para segundos después volver a salir. Y aun así se vació sobre la pista. El cuarto terminó con una exhibición bajo tableros de Mara y con una defensa en zona que tuvo sus réditos: 27-15.

La ventaja empezó a tener visos de definitiva en el inicio del segundo cuarto. Maristas se gustaba. Como ejemplo, esta jugada: tapón, pase de canasta a canasta y bandeja de Tati. 35-18. El Unami marcó cuatro puntos en cinco minutos, pero entonces fueron las segovianas las que se pusieron en zona y lo aprovecharon bien. Redujeron la distancia hasta el 43-30 al descanso.

Cuatro puntos seguidos de las visitantes, la tercera falta de Tati y la sequía anotadora -casi siete sin ver canasta- y un triple y otra canasta posterior, encendieron las alarmas: 43-39. Había que volver a empezar. Sobrevolaron el pabellón del Maristas viejos fantasmas. El año pasado, las coruñesas habían perdido contra el Unami la final del play off en la prórroga después de haber dilapidado una importante renta de partido. Algunas jugadoras parecían frustradas. No salía nada. Rompió esta racha y cortó la sangría un triple de Marina. Cinco puntos en este parcial (48-43). La mejor noticia era que no se podía ir a peor.

Empezó bien el último, con dos buenas acciones de Gema, que dio dos pases definitivos a Tati y Eugenia. Con nueve puntos de ventaja ya se veía la orilla más cerca. Pero Helena estaba empeñada en prolongar el sufrimiento. Seguía anotando, punto a punto hasta los 23 con los que finalizó el encuentro, casi la mitad de los de su equipo. Un triple de Bea Gómez (58-41) dio un respiro. No duró mucho porque respondió con la misma moneda Unami acto seguido. El encuentro se volvió loco, con los dos conjuntos muy descontrolados. Dos canastas seguidas de Mara y los tiros libres de Marina cerraron la victoria.