El Ajax se ganó ayer el billete para disputar la final de la Liga Europa tras sufrir de lo lindo ante un Lyon que soñó hasta el último minuto con la remontada al estar a punto de forzar la prórroga (3-1).

El conjunto holandés, que regresará a una final continental 21 años después, forjó su clasificación en el partido de ida de Amsterdam, en el que fue claramente superior al Lyon al endosarle 4 goles por sólo uno en contra.

Los que predecían una noche apacible en Lyon para los pupilos de Peter Bosz se equivocaron a lo grande, porque el conjunto lionés, de la mano de un gran Alexandre Lacazette, acarició la gesta hasta el pitido final. Ghezzal hizo el 3-1 definitivo en el minuto 85.