El Leyma Coruña lleva 165 minutos de eliminatoria de cuartos de final del play off de ascenso a la ACB. 373 puntos a favor, 376 en contra. Y todo se decidirá en el quinto partido (Cerrato Villamuriel, 21.00 horas). La igualdad entre los naranjas y el Palencia es evidente. Ninguno de los dos fue capaz de ganar dos encuentros seguidos. Pegó primero el conjunto coruñés, empató el palentino. Secuencia que se repitió en los duelos disputados en A Coruña el pasado viernes y el domingo. Y después de todo eso, el Leyma se lo juega todo a una sola carta en la que habrá muchos factores, algunos más allá de la lógica. Seguir haciendo historia y repetir las semifinales del año pasado no es una locura. Espera el Oviedo. Soñar no tiene precio.

Al Leyma, el corazón le ha llevado hasta donde no le llegaban las piernas. El equipo que dirige Tito Díaz no se rinde ni cuando va 20 puntos abajo en el marcador. Es una de sus máximas. Y eso lo hace muy peligroso. Ha tenido que remar mucho para llegar hasta aquí, con varios baches a lo largo de la temporada. No es fácil recuperarse de la marcha de uno de tus buques insignia, como lo fue Dago Peña, a mitad de curso y no desequilibrarte. Sufrió unos partidos. Se reforzó bien. Los veteranos dieron un paso adelante. Y volvió a ser el de siempre. Ese equipo peleón y alegre al que no es fácil ganar.

Zach Monaghan sobresalió en el primer partido de la serie. Pero después el protagonismo estuvo muy repartido, un simbolismo de lo que significa la importancia de ser una plantilla compensada y sobre todo, funcionar como un equipo. Ángel Hernández, Sergio Olmos, Kyle Rowley, Sabonis, Zyle... el nivel no baja esté quien esté sobre la pista. En el Palencia llega lanzado Dani Rodríguez, que se sintió cómodo en A Coruña con dos grandes partidos en las que tanto la dirección de su equipo como su anotación fueron claves.

Quedan 40 minutos. El domingo condicionó el inicio arrollador del Palencia, algo de lo que tomar nota. Y un motivo para la esperanza es que el Leyma se quedó muy cerca de su rival en uno de sus mejores partidos. El Palencia lo hizo todo bien, le salió todo. Y aun así se vio forzado hasta el límite. Pero hoy será un partido nuevo en el que cada uno intentará jugar sus cartas. Dos estilos diferentes y enfrentados. Dos grandes equipos. Y los mejores árbitros, como pedía Tito Díaz tras el duelo del domingo.