El Manchester United dio ayer más lustre a su palmarés al ganar la Liga Europa, único título que le faltaba, con un triunfo cómodo frente a un Ajax desaparecido, sometido sin plantar batalla por los goles de Pogba y Mkhitaryan. Fue un triunfo tan incontestable como funcionarial, con muy poco brillo en una final escasa de fútbol, en la que el equipo de Jose Mourinho impuso su físico, su organización defensiva y el mayor poso de sus jugadores , sin extrañar la actuación anónima de Rashford, decisivo en la semifinal contra el Celta. Le llegó de sobra para vencer a un equipo inexperto y muy lejos del gran nivel que ha mostrado en toda la competición.

Salió mejor plantado el United, evidenciando la superioridad física de su centro del campo, con Mata como sorpresa en el once inicial, junto con el recuperado Smalling en el centro de la defensa. El internacional español, probablemente el más lúcido en el ataque inglés, dio el primer aviso en un centro forzado que Fellaini no pudo cabecear a bocajarro por centímetros.

Sin reacción holandesa

Del Ajax no hubo noticias hasta el cuarto de hora. Al joven conjunto holandés se le vio superado en el inicio, incapaz de contrarrestar la superioridad física del rival, sin la alegría en ataque que suele exhibir.

El gol situó al partido en el mejor escenario para el Manchester United, que volvió a tirar de la eficacia que le ha faltado durante buena parte de la temporada para dejar el encuentro sentenciado en el arranque de la segunda parte. No le hizo falta más que un córner, sacado por Mata, en el que Smalling impuso su superioridad física y Mkhitaryan hizo gol adelantándose a Onana con un remate acrobático.

Quedaban más de cuarenta minutos por delante, pero poco reseñable ocurrió hasta el final. El Ajax firmó un ejercicio de impotencia, sin inquietar a un United muy cómodo, encerrado atrás por deseo propio pero sin ver peligrar nunca su victoria.

Los diablos rojos tuvieron un par de contras para firmar la goleada, pero habría sido excesivo para sus méritos y la brillante trayectoria del Ajax hasta el partido de anoche, en el que el colombiano Sánchez fue de lo mejor pese a su mala fortuna en el 0-1. Mourinho aprovechó los minutos finales para dar entrada a Rooney, en un gesto que sonó a despedida del jugador del United, quien volvió a ganar un título europeo después de nueve años.