El delantero del Betis Rubén Castro negó ayer ante el juez los malos tratos contra su antigua novia, que lo acusa de haberla golpeado en al menos ocho ocasiones, por lo que la Fiscalía le pide cuatro de años de cárcel y la defensa de su expareja ocho años y nueve meses.

"Jamás le he puesto la mano encima ni la he insultado", aseguró Castro, que en los 35 minutos de su declaración en el juzgado de lo penal 14 de Sevilla atribuyó a los "celos" de su exnovia las diferentes denuncias que presentó contra él.

Rubén Castro calificó como "loca" la relación que tuvo durante dos años con la mujer, entre 2011 y 2013, y ha precisado que no estuvo enamorado.