La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela decretó prisión incondicional para el expresidente del Barcelona Sandro Rosell, y para su abogado y presunto testaferro en Andorra Joan Besolí, a quienes considera integrantes de una organización criminal con ámbito transnacional dedicada a blanquear capitales de comisiones ilícitas.

La magistrada señala que Rosell se habría quedado con 6,5 millones, que luego blanqueó en Andorra, de la venta de derechos audiovisuales de 24 partidos amistosos de la selección brasileña. Después de que ambos declararan ayer por la mañana ante la magistrada -en el caso de Rosell por espacio de más de dos horas-, fueron enviados a prisión de manera incondicional porque en los dos casos concurre riesgo de destrucción de pruebas, de fuga y de reiteración delictiva.

La jueza de la Audiencia Nacional señala que Rosell y Besolí "vienen operando dentro de un grupo organizado de personas que son investigadas por otros países en relación a actividades semejantes" a las de la presente causa, "lo que hace pensar que hacen del delito su modo de vida o fuente principal de ingresos, presentando un total desapego por las reglas esenciales de la convivencia". Cree también que existe riesgo de fuga "innegable" debido a que cuanto más graves son los delitos y las penas, "más intensa cabe presumir la tentación de la huida". Y subraya que en ninguno de los dos casos tienen "especial arraigo en territorio español".

Sobre Rosell, la jueza destaca que la investigación ha puesto de manifiesto "su facilidad para viajar y vivir temporalmente en distintos lugares de todo el mundo", sin contar con la fortuna, cuentas, bienes y negocios de los que dispone fuera de España. La magistrada quiere con la prisión incondicional "evitar que se oculten o destruyan pruebas", dado que la investigación aún no ha concluido y que Rosell ha creado "un entramado de compañías off shore".

El montante total desviado por esos partidos, que se pagó a una empresa vinculada a una sociedad árabe de Islas Caimán del billonario saudí Saleh Kamel, fueron casi 15 millones de euros, que se canalizaron a través de empresas de Sandro Rosell.