El holandés Tom Dumoulin (Sunweb) conquistó ayer el Giro de Italia del Centenario, al preceder en la clasificación general al colombiano Nairo Quintana (Movistar) y Vincenzo Nibali (Bahrain).

Dumoulin, primer holandés que gana la carrera rosa, llegaba a la contrarreloj final con 53 segundos de retraso con respecto a Quintana, pero recuperó la desventaja gracias a una gran prestación en la prueba de 29,3 kilómetros entre Monza y Milán, su gran especialidad.

El holandés terminó el Giro con 31 segundos de ventaja sobre Quintana y con 40 segundos sobre Nibali mientras que el también holandés Jos Van Emden selló el mejor tiempo en la prueba de ayer, con 33:08 minutos.

Nunca en sus 99 precedentes ediciones, el Giro había llegado al último día de competición con una clasificación general tan abierta, con hasta seis corredores separados por apenas 1:30 minutos, y la contrarreloj no defraudó las expectativas. Quintana salía como líder, con Nibali a 39 segundos, el francés Thibaut Pinot (FDJ) a 43 segundos y Dumoulin a 53; también contaban con opciones de triunfar el ruso Ilnur Zakarin (Katusha) a 1:15 minutos del colombiano y Domenico Pozzovivo (AG2R).

Tras terminar las últimas etapas mostrando señales de sufrimiento en las subidas, Dumoulin aprovechó al máximo la posibilidad de decidir el Giro con su especialidad, y cerró la contrarreloj con el segundo tiempo absoluto: 33.23 minutos.

Detrás de él, Quintana no logró defender su ventaja y cerró con 1:24 minutos de retraso con respecto al holandés, lo que acabó con su sueño de subir vestido de rosa al podio de honor en la Plaza del Duomo milanés. El italiano Nibali llegó con 54 segundos de retraso sobre Dumoulin y defendió la tercera posición. El mejor español fue Rubén Plaza, del equipo Orica, que cerró con al vigésima cuarta posición, en 34.44 minutos.