Juan Carlos Unzué, que sustituirá a Eduardo Toto Berizzo, será el duodécimo técnico bajo el mandato de Carlos Mouriño como presidente del Celta y el cuarto con pasado azulgrana, tras Hristo Stoichkov, Eusebio Sacristán y Luis Enrique Martínez.

El presidente celeste arrancó su etapa en 2006 con Fernando Vázquez, al que despidió un año después de clasificar al equipo para la Copa de la UEFA. También fichó a Hristo Stoichkov, quien no pudo evitar el descenso a Segunda.

Pese a ello, el búlgaro continuó como entrenador en el curso 2007-08 en la categoría de plata aunque sólo aguantó unas jornadas.

López Caro lo sustituyó sin demasiado éxito por lo que Mouriño también lo destituyó y situó a Antonio López, que había llegado al Celta como ayudante de Stoichkov.

López, no obstante, acabó dimitiendo a falta de cinco jornadas para el final del curso y el club puso entonces en el cargo a Alejandro Menéndez, como ahora entrenador del filial celeste.

La obsesión por ascender a Primera animó al Celta a buscar un técnico con más experiencia y llegó Pepe Murcia, quien fue destituido en marzo de 2009.

Mouriño optó entonces por otro exjugador con pasado en el estadio blaugrana del Camp Nou, Eusebio Sacristán -actual entrenador de la Real Sociedad- con el que comenzó el actual proyecto celeste.

En su etapa llegaron al primer equipo varios canteranos como Aspas o Hugo Mallo, que se afianzaron con Paco Herrera, que estuvo dos temporadas y media en Vigo y logró el retorno a Primera.

Sin embargo, fue destituido en marzo de 2013, con el equipo luchando por evitar el descenso, objetivo que lograría el Celta con la llegada de Abel Resino.

Mouriño recurrió a otro ex azulgrana, Luis Enrique, que asumió el cargo en 2013-14 y con él llegó Unzué y el equipo técnico que le acompañará ahora en su aventura en solitario: Robert Moreno, segundo entrenador; Rafel Pol, preparador físico; y Joaquín Valdés, psicólogo.