Carla Suárez, la última española que quedaba en el cuadro individual de Roland Garros, cayó ayer en octavos de final aplastada por la potencia de la rumana Simona Halep, tercera favorita y finalista en 2014, por 6-1 y 6-1 en una hora.

Es la primera vez que la canaria pierde sobre tierra batida contra Halep, que demostró el buen momento que atraviesa en esa superficie, donde acaba de ganar el torneo de Madrid y llegar a la final del de Roma. Suárez, de 28 años, no podrá así igualar los cuartos de final en París, el primer Grand Slam en el que los disputó, en 2008, cuando los jugó tras haberse metido en el cuadro general a través de la previa y se convirtió en la jugadora de peor ranking en hacerlo en la historia del torneo.

Suárez lamentó "no haber aprovechado las oportunidades de reengancharse al partido" y reconoció que su rival "fue superior". "Ella ha jugado un partido casi inmejorable, todo muy bien, con mucha consistencia", comentó.