Alemania ganó por 4-1 a México en una trepidante semifinal de la Copa Confederaciones y jugará la final ante Chile, tras un partido en el que México desplegó uno de sus mejores juegos de los últimos tiempos y mereció mucho más de lo que indica el marcador.

Los dos equipos hicieron honor a su fama: México nunca se rinde y juega siempre un fútbol directo, pero Alemania es una máquina que cuando encara no perdona.

El partido no pudo empezar peor para México, con dos aproximaciones de Alemania a su área en sólo dos minutos, y dos goles, ambos de Goretzka, cuando apenas habían transcurrido siete minutos.

Pronto se vieron los chicos de Osorio en la necesidad de remontar agravada esta vez por el peso de dos goles. Lo intentó una y otra vez El Tri, con peligrosas llegadas, pero tampoco los alemanes renunciaron al contraataque. En los últimos minutos del primer tiempo, los verdes tuvieron dos goles, pero Ter Stegen salvó a los suyos.

Con algo menos de intensidad, México empezó la segunda parte con toda la intención. Y entonces se desperezaron los alemanes, que tras crear tres ocasiones peligrosas en menos de cinco minutos, a la cuarta sentenciaron el partidoy dejaron a México sin vida.