El Tour de Francia buscará esta tarde su primer maillot amarillo en una contrarreloj de 14 kilómetros totalmente llanos en las calles de la ciudad alemana de Düsseldorf, un recorrido pensado para los especialistas en la materia.

En su afán de no centrarse en esquemas preestablecidos, el Tour busca la alternancia. En 2014 y en 2016 la primera etapa estaba pensada para que un esprinter fuera el primer líder y, en esta ocasión, como en 2015, será un rodador.

La etapa supera el kilometraje que le catalogaría como prólogo, por lo que es considerada una etapa en línea y los organizadores esperan, además, que sirva para marcar las primeras diferencias en la general.

Los especialistas podrán alcanzar medias de 55 kilómetros por hora y, como elemento de comparación, en 2015 en Utrech en un perfil muy similar más de 150 de los 198 corredores perdieron al menos un minuto con respecto al vencedor de la prueba. La etapa servirá también como símbolo de la amistad franco-alemana y de la construcción europea. Ese mismo día, Alemania rendirá homenaje al canciller Helmut Köhl, fallecido hace dos semanas, y tendrá lugar un día después de la muerte de la francesa Simone Veil, primera mujer en presidir el Parlamento Europeo.

El británico Chris Froome será esta tarde el último ciclista en tomar la salida en la contrarreloj de 14 kilómetros que se disputará en Düsseldorf y con la que dará comienzo de manera oficial el Tour de Francia de 2017.

El ciclista del Sky se lanzará a las 18.32, dos minutos después que lo haya hecho el colombiano del Movistar Nairo Quintana, que todo el mundo señala como su gran rival en esta edición, y tres después que el español Alberto Contador, líder del Trek.

Como hay previsión de lluvia para esta tarde, lo que puede influir en el desarrollo de la cronometrada, el francés Romain Bardet, segundo de la pasada edición, ha preferido tomar la salida a las 17.47, dejando que sea su compañero en el AG2R Pierre Latour quien salga un minuto antes que Froome en la contrarreloj.