Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ingresó ayer a las nueve de la noche en la prisión de Soto del Real de manera provisional y sin fianza tras la petición de la Fiscalía Anticorrupción por un posible perjuicio de millones de euros a las arcas del organismo que dirige. El juez Santiago Pedraz aceptó la petición de la Fiscalía tras tomar declaración a Villar y el máximo mandatario de la RFEF entró en la cárcel a última hora de la tarde junto a su hijo Gorka y Juan Padrón, vicepresidente del organismo.

El magistrado también impuso prisión eludible bajo fianza de 100.000 euros al secretario general de la federación tinerfeña, Ramón Hernández Baussou, que en caso de pagar tendrá que comparecer semanalmente en el juzgado, no podrá salir de territorio nacional y se le retirará el pasaporte. Los detenidos fueron trasladados por la mañana a la Audiencia Nacional tras su arresto el pasado martes en la operación Soule, en la que se les acusa de lucrarse con las arcas de la Real Federación Española de Fútbol.

El juez decretó la medida en un auto en el que dejaba constancia de la gravedad de los delitos que se les imputaba: administración desleal, apropiación indebida, estafa, falsedad documental y corrupción entre particulares.

Según informa la Audiencia Nacional, la importancia de los citados delitos podría llevarles a huir de la justicia por la "gran capacidad económica de la que disponen", así como la posibilidad de obstrucción de la investigación, pendiente de analizar toda la documentación obtenida en los registros.

La situación de Villar ha llevado al Consejo Superior de Deportes (CSD) a solicitar de forma inmediata al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) la incoación de expediente disciplinario contra él. El CSD ha hecho este pronunciamiento tras el auto del juez Santiago Pedraz. El Consejo, que también pide un expediente contra Juan Padrón convocará a su Comisión Directiva para acordar "la suspensión provisional de dichos directivos, una vez conocida la decisión que adopte el TAD".

Mientras tanto, la cabeza visible de la Federación será Marcelino Maté, presidente de la Federación de Castilla y León desde 1996, en este periodo de transición que vivirá el organismo en las próximas fechas. Maté ya fue el presidente de la Comisión Gestora de la Federación, antes de las últimas elecciones que ganó Ángel Villar. Marcelino Maté era en la actualidad presidente de la Comisión de Clubes de Segunda División B.