El Bayern Múnich ganó ayer la Supercopa de Alemania al imponerse en la tanda de penaltis al Borussia Dortmund después de que el tiempo reglamentario terminara con un empate a dos goles. Al final se necesitaron seis penaltis por equipo para lograr la definición -en los cinco primeros habían fallado Joshua Kimmich por el Bayern y Sebastian Rode por el Bayern- y el meta bávaro, Sven Ullreich, le paró a Marc Bartra el lanzamiento definitivo. El Bayern tuvo más suerte en los penaltis con lo que se lleva el primer título de la temporada y obtiene un poco de calma tras una pretemporada problemática.