Sergio Rodríguez Chacho y Ricky Rubio lideraron, en los últimos minutos del partido contra Croacia, una victoria racial de España por 73-79 en un partido que se fue calentado y que pasó de banal a sustancial por la competitividad de los jugadores españoles.

La mala puesta en escena española sorprendió a todos. A los cinco primeros minutos Pau se colgaba del aro para anotar la primera canasta en juego del equipo, 10-3. Un minuto antes, Ricky anotaba el primer punto de España. La puntería no era la adecuada y la defensa no conseguía engranarse.

Cuando atrás se comenzó a funcionar, el partido cambió de signo y con Fernando San Emeterio enchufado en la anotación, la selección española comenzó a recortar diferencias con celeridad, tanto es así que a un segundo para el final del primer cuarto, España consiguió la primera ventaja, con la que acabó el periodo, 20-21.

En el segundo cuarto, ya con las rotaciones a pleno rendimiento, el partido se complicó, se volvió farragoso y no hubo chispa sobre la cancha. El buen trabajo de Joan Sastre y la energía de Juancho Hernangómez fueron de lo mejor de España junto con el dominio de Pau y Marc en los rebotes defensivos. Al descanso se llegó 32-38.

La permisividad arbitral hizo que la dureza defensiva se impusiera sobre los ataque y que al término del tercer cuarto el resultado fuera de 54-53. La alternancia en el marcador se convirtió en una constante. Scariolo reconstruyó el quinteto inicial y en dos minutos consiguió una ventaja notable, 63-68. Apareció la seguridad de Sergio Rodríguez para anotar puntos vitales y también Ricky Rubio, que sentenció desde el tiro libre.