El sábado arranca la temporada para el OAR Coruña. El equipo coruñés juega en Primera Nacional, pero espera cambiar de categoría al final de la campaña 2017-18. Este año se le ha metido entre ceja y ceja a Pablo Aguirregabiria y a sus chicos el ascenso a División de Honor B. "Nuestro objetivo es claramente subir. Y son los jugadores los que me lo marcan a mí", asegura el técnico del conjunto oartista, quien añade: "Quieren trabajar para llegar al nivel más alto. No estamos en el grupo de los favoritos como el Novás, quien por nombre y porque ha incorporado a varios exjugadores de Asobal va a estar arriba. Han hecho una plantilla que se sale, en teoría, igual que Lalín y Xiria. Ambos van a estar siempre ahí arriba pero si miras la clasificación de la temporada pasada, nosotros quedamos justo detrás de ellos. Y además les ganamos prácticamente a todos en su cancha. Somos un equipo modesto que rompió quinielas en esos partidos contra los grandes, pero este año queremos romper quinielas en las treinta jornadas. Tenemos plantilla para el ascenso y vamos a por todas", explica ilusionado Pablo Aguirregabiria.

Pretemporada exigente

El conjunto coruñés acaba una pretemporada muy exigente con muchos partidos amistosos, entre los que hubo una gira de tres días por tierras asturianas. "Ya se nos olvidaron las vacaciones. Hemos trabajado mucho, sobre todo en Asturias. En esta mini concentración tuvimos tres días de trabajo duro con muy buenas sensaciones. Jugamos tres partidos contra los equipos más fuertes del Principado, Avilés, Gijón y Oviedo. Los cuatro estamos parejos porque ganabas o perdías por uno o dos goles, fueron unos partidos muy duros. Además, con estas concentraciones consigues que el grupo esté más compenetrado y esto es estupendo", reconoce Aguirregabiria.

El técnico también confiesa que no todo fue balonmano en Asturias: "Me llevé a los chicos a hacer una ruta por sitios emblemáticos y el último día, de verdad que sólo fue el último día, nos fuimos todos a comer cachopo al restaurante de un antiguo fisioterapeuta del equipo".

En esta durísima pretemporada, el OAR Coruña hizo una gran Copa Galicia ganando a Lavadores, SAR de Redondela y perdiendo contra Cangas de Asobal pero dando la cara: "Las sensaciones en estos encuentros fueron muy buenas. Ante Cangas, tuvimos el emotivo homenaje y la despedida de nuestro capitán Miguel Lozano. Y en la pista le plantamos cara a todo un equipo de la élite durante veinte minutos. Lo primordial de este equipo que estamos haciendo es que siempre va a dar la cara. Esta temporada, el OAR nunca caerá derrotado del todo porque somos un conjunto correoso en defensa que no da nada por perdido. Y esta temporada hemos conseguido estar un punto por encima de otros años", recalca optimista Pablo Aguirregabiria.

Para la liga que comienza el sábado a las 20.00 horas, el OAR sólo puede tener dieciocho fichas de jugadores sénior y júnior. "Hay una gran competencia interna por un hueco en el equipo pero aún así tenemos muy buen ambiente en el vestuario. Al retirarse Miguel Lozano tenemos un vacío pero otros jugadores van a intentar tomar las riendas y representar la veteranía del equipo como Couceiro y Angeriz. También hay que tener en cuenta la fuerza con la que están llegando al primer equipo jóvenes de 18 y 19 años como Aresi Rosende. Creo que tenemos relevo de calidad para poder hacer rotaciones todos los fines de semana. Vamos a ir construyendo el equipo en cada jornada", plantea el técnico del equipo coruñés.

A pesar de perder a Lozano por su retirada, el OAR tampoco podrá contar con Sergio Sarasola quien, a pesar de tener ficha para este primer partido, se marcha a Rumanía en una beca Erasmus. "Esto es mala suerte pero de todas maneras vamos a mantenerle la licencia para que pueda jugar cada vez que venga de visita a A Coruña".

Además de los dieciocho jugadores sénior, para cada partido de liga el entrenador oarista puede convocar a cuatro juveniles. Los que más papeletas tienen para gozar de minutos esta temporada son el extremo derecho Edu Cousillas, el portero Jaime Martín y el extremo izquierdo Adrián López.

Aguirregabiria llegó en 1999

"Como un miura". Así dice llegar a cada inicio de temporada Pablo Aguirregabiria, quien no conoce la palabra aburrimiento o monotonía. "Llevo en el banquillo del OAR desde la temporada 1999-00 y siempre me apetece que llegue septiembre. Cada año es un viaje y aquí no hay nada programado de antemano. Además, lo mío es vocacional. Dejé de ser jugador a los 21 años para ser entrenador, llevo 25 temporadas consecutivas haciéndolo. Quizás empecé demasiado pronto pero esto es mi vida. Es un orgullo tremendo haber visto a jugadores como Aresi o Crecente corretear por el pabellón con seis años y que ahora sean jugadores titulares en el primer equipo. A mi lado sigue José Porras de delegado que lleva 35 temporadas aquí y me gana. Es un maestro de maestros".