Serbia dominó durante los cuarenta minutos en el marcador, pero necesitó de una gran actuación de Bogdanovic (24 puntos, 5 en los últimos momentos) para vencer a Rusia 79-87 y jugar la final.

Serbia tomó las riendas del partido desde el primer minuto y con velocidad en ataque y una buena defensa comenzó a tener las primeras ventajas, 8-12 (min.5).

Al final del primer tiempo, el 20-25 no hizo justicia. Los serbios dieron la sensación de dominar el partido en todas las facetas y de que abrir brecha era cuestión de tiempo. Así ocurrió en el segundo cuarto cuando en cuatro minutos endosaron a los rusos un parcial de 3-12.

Tras el paso por vestuarios, Rusia comenzó a arriesgar. Elevó la velocidad y consiguió echar el aliento en el cogote a los serbios.

Los balcánicos apretaron en los últimos momentos y cerraron el tercer cuarto con 57-66.

El inicio del último periodo fue de nuevo positivo para los rusos, que se acercaron 65-69. Bogdanovic asumió la responsabilidad y volvió a poner tierra de por medio.