El piloto madrileño Carlos Sainz (Toro Rosso), cuarto en el Gran Premio de Singapur, logró en el circuito urbano de Marina Bay el mejor resultado de su carrera en la Fórmula 1, en una carrera muy accidentada en la que ganó el británico Lewis Hamilton (Mercedes).

Sainz, que salía de la décima posición, ganó varios puestos tras el accidente que involucró al holandés Max Verstappen (Red Bull), el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) y el alemán Sebastian Vettel (Ferrari); y luego eligió los neumáticos correctos para auparse hasta el cuarto lugar, resistiendo los ataques del mexicano Sergio Checo Pérez (Force India).

Hasta ayer, sus mejores lugares eran cuatro sextos puestos: uno en Mónaco este año, y tres más en 2016, en Montmeló (España), Austin (Estados Unidos) e Interlagos (Brasil).

Carrera increíble

La salida fue espectacular. Verstappen, que salió segundo, se quedó encerrado entre Raikkonen, que protagonizó una gran arrancada desde el cuarto lugar por su izquierda, y Vettel, que le cerraba por la derecha para proteger su pole.

El monoplaza del holandés golpeó con su parte delantera a la trasera del finlandés, que le arrastró a la derecha de la pista, por lo que se quedaron fuera ambos en la primera curva.

Apenas unos segundos después, el monoplaza de Vettel, que había sido dañado también por el impacto con Raikkonen, se quedaba fuera en la tercera curva al hacer un trompo en la zona mojada, con lo que Hamilton, que había salido quinto, se colocaba primero.

Otro de los damnificados, aunque no con la retirada, fue Alonso, que salía séptimo y recibió el impacto de Verstappen cuando era tercero, en una gran adelantada por el borde derecho de la pista. Momentáneamente, el monoplaza del asturiano resistió, aunque perdió muchas posiciones hasta quedar duodécimo.

Salió el coche de seguridad, y cuatro vueltas después Hamilton lideraba la carrera, seguido por Ricciardo, Hülkenberg, Pérez, Palmer, Bottas, Vandoorme, Ocon, Sainz y Magnussen cerrando los puntos.

El rodaje con el coche de seguridad y el cese de la lluvia facilitó el secado del trazado, lo cual dejaba en mejor posición a quienes apostaron por el neumático intermedio, casos de Hamilton, Ricciardo, Bottas y Carlos Sainz; mientras a Fernando Alonso le indicaban desde los talleres que habían perdido la comunicación con los datos de su monoplaza

Sainz se quitaba a Ocon en la novena vuelta, la misma en la que abandonaba Alonso, que certificó al equipo que había perdido potencia, y tuvo que conducir su monoplaza a los talleres para dar por terminada su carrera.

Dos vueltas después, era el ruso Kvyat (Toro Rosso) quien perdía el control de su monoplaza y lo golpeaba de frente contra las protecciones, provocando la salida de nuevo del coche de seguridad y dando la oportunidad a los monoplazas a cambiar sus neumáticos de nuevo y ajustar sus estrategias.

Cuando se volvió a lanzar la carrera sin coche de seguridad, Sainz se ponía cuarto por detrás de Hamilton, Ricciardo y Bottas. Sin lluvia en el horizonte, se presentaba la ocasión para muchos no habituales para sumar unos puntos muy valiosos para mejorar su situación en el mundial.