El Paris Saint Germain lleva un mes de conflictos desde la llegada a sus filas de Neymar. Su pulso por Cavani por ver cuál de los dos jugadores lanzará los penaltis ha creado un clima de tensión en el que la plantilla, dolida con el club, respalda al uruguayo.

Nasser Al-Khelaifi, el presidente del PSG, ofreció mediante un intermediario dinero a Cavani, máximo goleador del equipo, a cambio de que renunciara a lanzar los penaltis en favor de Neymar. El club se comprometía a pagarle una prima de un millón de euros en caso de ser máximo goleador de la Ligue 1. Al-Khelaifi le ofrecía consolidarle esa cantidad. Esperaba pacificar así un vestuario revuelto que evidencia la crisis cada vez que Neymar y Cavani se pelean por lanzar los penaltis. Su intento fue en vano. Cavani no aceptó. Los penaltis los seguiría tirando él pues llevaba cuatro años en el PSG, era el tercer capitán, y se había ganado ese privilegio.

Entonces el dirigente tanteó a Neymar. Le sugirió que el rey del equipo debía actuar con magnanimidad cediéndole la gracia del tiro penal al nueve. Neymar no entró por el aro. Y el conflicto sigue abierto.

Cuando Neymar supo de la decisión inflexible de Cavani, su reacción agravó la situación. Este viernes alegó que le dolía un pie y Emery le quitó de la lista para jugar el sábado en Montpellier. El PSG jugó su peor partido de la temporada y empató 0-0.