Tres de los favoritos en el Abierto de China, Rafa Nadal, Juan Martín del Potro y Grigor Dimitrov solventaron ayer con apuros sus compromisos de primera ronda, en especial el balear, que tuvo que salvar dos bolas de partido en su contra.

Rafa Nadal, número uno del mundo, sufrió durante todo el partido los duros servicios y las bolas al límite de la línea del francés Lucas Pouille, quien gozó de dos puntos de partido en el desempate del segundo set y tuvo al español contra las cuerdas, aunque este demostró que es en los momentos más complicados cuando se hace más grande. El manacorí forzó el tercer set, tan igualado como los dos anteriores, y supo romper el servicio de Pouille -su verdugo el año pasado en el Abierto de Estados Unidos- en el momento justo, dejando el marcador en un 5-6, 7-6(6) y 7-5 que refleja lo igualado del duelo, que se prolongó dos horas y media.