El Leganés se cobró venganza de la derrota que sufrió la pasada temporada en La Rosaleda (4-0) y venció al Málaga, que continúa colista, sin ganar y con su técnico, Míchel, contra las cuerdas.

El equipo malagueño, con una novedad de última hora en el once inicial por la lesión en el calentamiento del centrocampista Kuzmanovic, sustituido por Esteban Rolón, empezó fulgurante, fuerte y agresivo, con una línea ofensiva formada por Peñaranda y Diego Rolan.

El Leganés, el equipo menos goleado de la Liga, junto con el Barcelona, con tres tantos encajados, sufrió algo al comienzo, pero poco a poco se fue asentando en el campo, durmiendo el partido y creando problemas a los malaguistas.

El partido entró en una etapa soporífera, con un Málaga sin ideas, apático y lento, y un Leganés que exponía poco, aunque el control era suyo. El conjunto malaguista jugaba a trompicones, con acciones esporádicas, y en una de ellas un pase de Juan Carlos a Rolan, que se fue por velocidad de su defensor, terminó con un lanzamiento de éste con el empeine. Cuéllar tocó el balón lo suficiente para que lo repeliera un poste y el rechace le llegó a Mula, que lo envió fuera.

El Málaga volvió a las andadas tras encajar el primer gol de los madrileños, sin ideas, atascado y nervioso. Sucumbió a raíz del gol, lo que aprovechó el Leganés para sentenciar con un tanto a la contra de Szymanowski en el minuto 77.