El Celta goleó a una UD Las Palmas completamente rota, en un partido en el que al cuadro vigués ni siquiera le frenó la expulsión de su portero Rubén Blanco en la segunda parte, con especial brillo del internacional Iago Aspas, autor de su primer triplete como jugador celeste.

Ambos equipos salieron al césped con camisetas de color negro en homenaje a las víctimas de los incendios en Galicia, Asturias y Portugal, con el lema "dolor y rabia". El equipo canario sigue en descenso a poco más de una semana de protagonizar un triple duelo con el Deportivo. El primero será el jueves 26 en Riazor, en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del rey; el segundo se disputará en Las Palmas el lunes 30 de octubre, partido de la décima jornada de Liga; el tercero será el de la vuelta en la Copa.

Ayer, el equipo vigués sacó provecho de la enorme fragilidad defensiva local para anotar dos goles casi consecutivos en la primera parte, conservar esa ventaja hasta el descanso gracias a las buenas intervenciones de Rubén, y certificar la victoria en el segundo periodo con dos tantos más pese a la inferioridad numérica.

Las Palmas comenzó mejor el partido y tuvo ocasiones en balones aéreos que casi siempre ganó a la defensa celeste. Curiosamente, los de Ayestarán apenas exigieron a Wass, improvisado lateral derecho por las bajas.

El danés, además, fue protagonista en el primer tanto celeste con un gran pase al interior del área para Emre Mor. Acusó el golpe la Unión Deportiva, quizá en demasía, y solo cuatro minutos más tarde, Aspas volvió a percutir por el lado débil de la defensa isleña.

La cómoda ventaja, con el precedente aún mayor de la campaña anterior que no fue suficiente para los gallegos (3-3 final), la gestionó con algo de azar el conjunto de Unzué, que se echó atrás, permitió maniobrar en exceso a su rival y se encomendó a la habilidad y velocidad de Sisto y Aspas arriba.

Una torpeza de Sisto al enviar el balón hacia atrás provocó la salida de Rubén Blanco ante Calleri, y el árbitro expulsó al portero al entender que derribó al delantero argentino muy lejos del área.

Con un guión similar al de octubre del año pasado (0-3 y un jugador menos sobre el campo), el Celta contuvo los ataques y aumentó incluso su ventaja.