No pudo ser. Laia Sanz se quedó sin poder revalidar el título de campeona del mundo de enduro femenino por sexta vez consecutiva y, consecuentemente, sin posibilidad de sumar el que hubiera sido su 19º trofeo mundialista.

Una inoportuna rotura de motor al principio de la segunda carrera del Gran Premio de Alemania le impidió seguir adelante y luchar hasta el final, cuando era líder con tres puntos de ventaja sobre Maria Franke.

Tras el segundo puesto logrado en la primera de las dos mangas del fin de semana, la piloto de KH-7 y Soficat Xerox tenía que ganar o quedar por delante de Franke. Laia salió a por todas consciente de que dependía de sí misma, pero en la segunda de las seis especiales, su KTM 350 EXC-F se detuvo.

Ahí se acabó la carrera para ella en lo que fue su primer abandono en una prueba puntuable desde que empezó a competir en el Mundial de Enduro en 2010. Hasta ahora no se había retirado de ninguna prueba, ni siquiera en Italia de 2012, cuando sufrió una fractura abierta en el primer dedo del pie derecho en plena competición.