El Sevilla ganó 2-1 al Spartak de Moscú y dio un gran paso para estar en los octavos de la Liga de Campeones, en un partido sin brillo y con una segunda mitad más disputada al ofrecer los rusos una versión más ofensiva, con lo que el equipo español se desquitó del 5-1 encajado hace dos semanas en Moscú.

El Sevilla, que recupera la segunda plaza con 7 puntos, dos más que el Spartak, fue superior en un primer tiempo en el que se adelantó con un tanto del francés Lenglet. Banega hizo el 2-0 a los 60 minutos, pero al final el equipo pasó apuros al reaccionar el rival y ponerse 2-1.

Era un duelo crucial, pues ambos se jugaban gran parte de su futuro en la Champions. Tras romper en la Copa y el sábado con el Leganés en Liga una racha de tres derrotas seguidas, el Sevilla tenía además la motivación extra de tomarse la revancha por el 5-1 sufrido en Moscú.

El dominio inicial del Sevilla, con robos en zonas de peligro y un juego más elaborado para abrir huecos en la zaga rusa, se materializó en el marcador cuando parecía que empezaba a atenuarse su empuje, a la media hora: el central galo Lenglet cabeceó con potencia a la red un córner botado por Banega.

Las llegadas más peligrosas de la segunda parte fueron del Sevilla y Banega, con un zurdazo desde la frontal del área que se coló ajustado al palo, amplió la ventaja. El Spartak se fue arriba, pero sin éxito ni claridad. Acortó la desventaja en el 78 por medio de Zé Luis, que acababa de salir al campo, lo que dio emoción a los últimos minutos.