El coruñés Rubén Río y el lalinense Xoán Ledo, campeones del mundo júnior con la selección española de balonmano el pasado verano, y el vigués Víctor Rodríguez, también oro mundialista, pero en su caso en la categoría absoluta y en la modalidad de balonmano playa, se llevaron esta semana una sorpresa al conocer que no pueden optar a los 4.500 euros que les otorgaría la Ayuda a los Deportistas de Alto Nivel que otorga la Xunta de Galicia a través de la Secretaría Xeral para o Deporte por no jugar en equipos de la comunidad. Los tres disputan la Asobal, la máxima competición nacional. Río y Rodríguez, en el Atlético Valladolid y Ledo, en el Bidasoa de Irún. "Es una norma injusta", valora rotundamente el jugador coruñés.

"Yo creo que tiene que dar igual dónde juegues. Nosotros somos gallegos juguemos donde juguemos y deberíamos tener los mismos derechos que el resto de deportistas de la comunidad. Siempre hemos jugado con la selección gallega, desde los doce años, y seguimos jugando con la absoluta. Y nos formamos y siempre jugamos en equipos gallegos hasta que nos tuvimos que marchar para buscar oportunidades. ¿Qué culpa tenemos nosotros de no haberla encontrado aquí?", reflexiona Rubén Río. La cuantía de las becas de la Xunta a Deportistas de Alto Nivel varían en función de los logros. El rango de campeón del mundo, es el superior. Un dinero que, aunque son ya profesionales, supondría una gran ayuda porque el suyo es un deporte minoritario en el que no se mueven grandes cifras.

Para más injusticia, el coruñés tampoco puede optar a las becas que otorgan en Castilla y León, comunidad del equipo en el que juega. "Como estoy empadronado en Galicia, no me pueden dar becas en otro sitio", aclara. Por lo cual, ni en un sitio, ni en otro. Por eso, Río es muy crítico: "Cuando quedamos campeones del mundo -Ledo y él-, la Xunta nos mandó una carta, no nos la mandó la Junta de Castilla y León. Nos decían que seguirían nuestra carrera, que estaban atentos a nosotros. Pero a la hora de la verdad, de apoyarnos y darnos una beca, sentimos que nos da la espalda y al final por un tecnicismo no nos la da y sí se la otorga a otros que han tenido muchos menos logros deportivos que nosotros".