Crecer por la base y formar jugadores para que lleguen lo más alto posible. Compañía de María tiene claro sus pilares y con ellos se ha convertido en el club con más presencia en el hockey sobre patines gallego. Con 150 niños, 19 equipos y 11 entrenadores, a los colegiales solo les falta la guinda del ascenso de los séniors a categoría nacional. Un objetivo que tampoco obsesiona a sus dirigentes, centrados en ofrecer distintas alternativas a su cantera. Ya no es solo entrenar y jugar partidos los fines de semana. Hacen viajes a torneos en el extranjero, hay en marcha un programa de intercambio con Australia Australia y este curso se pondrá otro con Alemania además de conferencias, campus y el trofeo internacional que se disputa cada verano. "Directiva, entrenadores y padres hacemos un gran esfuerzo. Se mueven para que hagamos todo lo que podemos hacer. Y lo único que queremos es seguir trabajando y cada día hacerlo algo mejor", asegura Josep Sellas, el coordinador deportivo del club.

"Nos estamos consolidando y afianzando en la base. Este año por primera vez tenemos 30 niños en la escuela y eso es muy importante porque seguramente el año que viene ya podamos tener tres equipos de la categoría micro", destaca Sellas. El entrenador catalán asentado en A Coruña es lo que prefiere destacar. Por delante de los resultados. Y eso que no son malos. La temporada pasada el Compañía de María se colgó una medalla de bronce en el Campeonato de España juvenil, fue cuarto en las categorías júnior e infantil y octavo, en la sub 16 femenina. "No hay ninguna queja, pero que ganemos o vayamos a tener buenos resultados esta temporada ya se verá porque cada vez hay más equipos, todos quieren ganar y cada vez es más complicado. Lo importante es estar ahí y no evaluar toda la temporada en base a unos resultados o a unas medallas", analiza el técnico.

Lo que más se le ha resistido en las últimas temporadas al Compañía de María es el deseado ascenso a Primera Nacional. Tres años seguidos se quedó a las puertas, incluso tuvo la opción de quedarse con una plaza que había quedado libre tras la renuncia de un rival, pero finalmente no pudo aceptar la oferta por falta de garantías económicas ya que en ningún momento se quiere hipotecar al club por cumplir este sieño. "Vamos a seguir intentándolo. Esta temporada parece que tanto el Liceo como el Dominicos son superiores, pero nosotros no nos rendimos. A un partido pueden pasar muchas cosas -la liga se decide en una final a cuatro- así que no lo descartamos", opina Sellas.

La plaza en Primera supondría disponer de un equipo en la segunda categoría nacional para todos aquellos jugadores que lleguen a la cúspide de la pirámide. Mientras tanto, se les van buscando salidas. El caso principal es el de Ignacio Alabart. Formado en la cantera colegial, se marchó a La Masía La Masía, pasó por el filial del Barça, progresó en el Voltregá y, tras proclamarse campeón del mundo este verano con la selección española, dio el salto al primer equipo culé. Pablo Parga también debutó el martes en OK Liga con el Liceo. En otros equipos de fuera de Galicia juegan otros exCompañía: Gabriel Villares (Shum), Álex Roca (Rivas), Carlos López (Asturhockey), Antonio Miguélez (Barça B), Nacho Otero (Sant Just), Raúl Fernández (Lleida) y Iago Otero y Julián Villares (Virgen de Europa). "Nos alegramos de que les vayan bien las cosas y nosotros lo que tenemos que hacer es seguir trabajando bien con la base", concluye Sellas. No se cansa de repetirlo. Un mantra para el Compañía de María.