España empató en Rusia (3-3) pese a haber ido por delante en el marcador durante casi todo el partido, en un duelo loco en el que Sergio Ramos fue el protagonista en la Roja al marcar dos goles desde el punto de penalti.

Si Ramos destacó con España, el jugador del partido fue sin duda el ruso Smólov, que marcó también dos goles, pero en jugada y ambos de bellísima factura.

Se esperaba más de España aunque fuera un amistoso, especialmente después de meterle cinco a Costa Rica, pero entre la relajación española y la furia local el partido fue una auténtica ruleta rusa.

Ni el frío ni la nieve fueron un problema, ya que el techo retráctil del impresionante San Petersburgo Arena convirtió el estadio en una sauna con más de 20 grados.

Lopetegui volvió a colocar a De Gea en la portería e introdujo a Nacho como lateral derecho.

Además, apostó por un tridente integrado por el debutante Suso, que está haciendo una gran temporada en el Milan, el madridista Asensio y el valencianista Rodrigo, uno de los jugadores de moda.

Salieron más fuertes los rusos, que avisaron a la defensa española con dos pases a los que no llegó por poco Smólov.

Pero en la primera jugada con criterio de España, el balón llegó a la izquierda, donde Asensio se sacó de la chistera un centro a la cabeza de Alba, que se encontraba sorprendentemente libre y que remató al fondo de las mallas.

A partir de entonces, España se hizo con el control del balón y no lo soltó hasta el descanso.

Sólo Dzagóev, el cerebro del CSKA, logró poner en apuros a la Roja con alguna finta o pase entre líneas, pero Piqué y Ramos estuvieron muy atentos.

Los rusos se metieron ellos mismos el segundo gol con una mano de Kuziáev al borde del área y el árbitro no dudó en señalar penalti.

La pena máxima fue convertida por Ramos, pese a que el portero ruso aguantó todo lo que pudo ante el intento de paradinha del defensa del Real Madrid.

Pero en un despiste español, Smólov marcó tras recortar a Piqué y soltar un latigazo con la zurda ante el que nada pudo hacer De Gea.

Ante la alta presión rusa, Lopetegui decidió sacar a Illarramendi, mucho más preparado para un partido físico que Iniesta.

Con todo, los rusos volvieron a castigar la relajación española y tras un rebote afortunado, Miranchuk marcó.

Pero volvieron a dispararse en el pie al cometer un penalti innecesario sobre Ramos, que volvió a marcar. En otro error de control de España, los rusos se plantaron en el borde del área española y de nuevo Smólov superó a De Gea con un fenomenal disparo (min.70).