El Athletic Club y el Villarreal firmaron ayer un empate (1-1) que no satisface a ninguno de los dos equipos, al bilbaíno porque no le permite alejarse de la zona de descenso y al castellonense porque no se acerca a los puestos de Liga de Campeones. No obstante, la igualada que certificaron goles de Manu Trigueros, en la primera mitad, y Aritz Aduriz, en la segunda, no es mal premio para ninguna de la dos partes, la rojiblanca superior en entrega y espíritu, y la amarilla en control y ocasiones.

El Villarreal, que desperdició antes un claro penalti de Ander Iturraspe sobre Jaume Costa por parada de Kepa Arrizabalaga a lanzamiento del propio Trigueros, abrió el marcador en una acción que inició y acabó el centrocampista. Fue un duro disparo desde el borde del área al que no llegó Kepa. Aduriz logró su décimo gol de la temporada, el quinto en Liga, rematando de cabeza, a su estilo, un centro de Mikel Balenziaga desde la izquierda.

El Athletic arrancó con ánimo de hacerse con el balón y dificultar las cosas en la salida del esférico a un Villarreal que concedió varios córneres seguidos en los primeros minutos. Un par de remates de Aduriz confirmaron esa dinámica más rojiblanca que amarilla con la que comenzó el choque. Pero el Villarreal hizo daño en su primera llegada. Una colada por la banda izquierda de Jaume Costa que frenó Iturraspe de una manera un tanto ingenua dentro del área. Costa pudo acabar tirándose, pero el penalti, con una bota del medio centro local tocando la rodilla del lateral izquierdo visitante, no tuvo demasiada discusión. La falta máxima la lanzó Trigueros y Kepa le respondió con una parada en dos tiempos.

No acertó en la primera el conjunto de Calleja, pero sí en la segunda. Una jugada que nació en los pies de Trigueros en la banda izquierda y que terminó él mismo con un disparo junto al palo desde la frontal tras pasar por Fornals y Mario, que fue quien centró. Salió de nuevo decidido el Athletic en la segunda mitad el Athletic, muy apoyado por su público. Insistió e insistió el Athletic, que incluso pidió un penalti por una mano que no pareció intencionada, y acabó encontrando el gol. Como no, de Aduriz, que se buscó el hueco entre Trigueros y Jaume Costa para conectar un espléndido cabezazo, a centro de Balenziaga, que no encontró respuesta en Barbosa.

Todavía buscó la victoria el conjunto vasco, con otros dos remates de Unai Núñez y Aduriz, a los que no llegaron en condiciones idóneas.