El Celta se quedará definitivamente en Vigo y se reforzará con una ciudad deportiva en Mos. El club celeste ha logrado desbloquear el doble acuerdo que buscaba para apuntalar su fortaleza económica futura. Blindará la continuidad del equipo en la ciudad a través de una concesión municipal a largo plazo a 40 o 50 años en el nuevo estadio de Balaídos, que construye el Concello de Vigo y la Diputación provincial, con la reforma de las gradas de Gol, Marcador y un parking para un millar de plazas, que supondrá una inversión de 30 millones, cofinanciados por el Concello y la Diputación.

El Celta, además, asegura con la Xunta el desarrollo de la nueva ciudad deportiva en Mos, que incluirá un área comercial clave para rentabilizar toda la operación. El club ya ha logrado el plácet de la administración autonómica para la viabilidad urbanística de este último proyecto. Encauzados los pactos, el Celta prepara un gran acto en la ciudad el próximo día 15 de diciembre con el que pretende escenificar la entente alcanzada con cada administración para que los dos proyectos lleguen a buen fin.

El Celta se refuerza así por partida doble. El cambio de fisonomía del campo será radical con el acercamiento de las gradas al terreno del juego. También incluirá una superficie comercial estimada de 30.000 metros cuadrados, que explotará el Celta. El aparcamiento discurrirá bajo la explanada que existe entre la grada de Tribuna y la calle Manuel de Castro. La operación obliga a cambios de usos urbanísticos que tendrán que ser acelerados y validados por la Xunta.

De esa manera se zanja el debate sobre la permanencia del Celta en el estadio donde juega desde 1928. El Concello prepara una concesión por 40 o 50 años para darle además estabilidad al club y enraizarlo aún más en la ciudad.